Maestro y amigo, Carlos tenía una forma particular de ser, su forma de caminar combinado con su sonrisa lo hacía inconfundible, El Poly, como cariñosamente le decíamos en la Universidad Don Bosco, fue uno de mis primeros profesores en la UDB, recuerdo claramente allá por 1994 cuando nos enseñó HTML, cuando llegaba corriendo al laboratorio del CITT para alguna práctica o algún su examen sorpresa.
Carlos paso de ser mi profesor a ser mi amigo; dentro de todos los recuerdos del Poly, se me viene a la mente la ocasión en la que me invitó a comer a un McDonald's allá por 1996, en ese entonces con mi presupuesto de estudiante no podía pagar un combo que valía 30 colones ($3.42), así que Carlos me dijo esa vez: "Cuando seas Ingeniero me invitas vos".
Carlos me asesoró en la tesis de técnico y también en la tesis de ingeniero, hoy en día, aun trabajo en la empresa a la que llegué por medio de él, 12 años han pasado desde entonces, y aún sigo agradecido.
Sin duda puedo decir que parte de mi formación como Ingeniero se la debo al Poly, mi hermano y mi esposa también forman parte de los ahora ingenieros que pasaron por sus clases. Siento un gran orgullo de decir que muchas veces Carlos se sentó en la mesa de mi casa y comió de los frijolitos con queso que prepara mi Madre.
Con los años, le perdí la pista, pero lo encontraba de vez en cuando por ahí; y de todas las veces que lo encontré después de salir de la Universidad, la que más recuerdo fue la última vez que lo vi, porque nos presentó a su esposa y a su hijo. ¿Que puedo decir?, jamás su sonrisa fue más genial, jamás vi tanto orgullo en sus ojos y en sus palabras que esa vez en la que nos presentó a su familia; esa será la imagen que siempre llevaré en mi mente y en mi corazón al recordarlo, Carlos López, un tipo humilde, con mente brillante, apasionado por esta carrera de la informática que compartimos, un tipo honesto y genuino, pero lo más importante: un hombre realizado con su esposa al lado y su hijito en sus brazos.
Con mi esposa, lamentamos mucho habernos dado cuenta de la partida Carlos hasta días después, hubiésemos querido acompañarlo en ese momento.
¡Carlitos! descansa en paz mi amigo.
¡Carlitos! descansa en paz mi amigo.
Cesar Alfaro
Agosto 2009.