Con seguridad, al perder un ser querido, perdemos parte de nosotros mismos, pero al mismo tiempo quedamos con parte del ser que se nos adelantó; Recordemos entonces las cosas buenas de este ser; hagamos honor a todo aquello que con seguridad aprendimos de esta persona. Imitemos lo bueno y transmitámoslo a quienes nos siguen.
¡Mercy!, ¡Meco!, ¡Sigamos adelante!
Con mucho cariño y respeto
César Alfaro
Noviembre de 2008.